VII. VIÑETAS DE CASOS
A fin de ayudar a los usuarios de este Manual, se
han incluido las siguientes viñetas de casos. Esas viñetas ilustran, a partir
de casos concretos de la vida real, cómo pueden surgir cuestiones de derechos
humanos que han de definirse en el aprendizaje y la práctica del trabajo
social. Los casos aquí expuestos, evidentemente, no son sino una gama
infinitesimal de las situaciones que se encuentran en la práctica del trabajo
social. Por consiguiente, es de esperar que las escuelas y los profesionales
añadan y examinen muchos casos más que conozcan en sus regiones.
A. Caso Nº 1. La historia de Simba
Simba es un niño de diez años que lleva la vida de
un chico de la calle en una gran ciudad africana. En realidad no carece de
hogar pero vive con su madre y otros ocho parientes en una casa alquilada de
dos habitaciones en un suburbio densamente poblado. Su padre le pega a menudo,
especialmente cuando vuelve a casa borracho.
Todas las mañanas, a primera hora, Simba camina 5
km hasta el centro de la ciudad, donde se reúne con otros chicos para ganar
dinero cuidando automóviles en una parte del centro que es su territorio. Simba
prefiere esa clase de vida, que sin duda es mejor que quedarse en casa, y de
todas formas no iría a la escuela, pues, aunque fuera gratuita, su madre no
podría equiparlo ni comprarle los libros necesarios. Junto con los demás
chicos, Simba inhala pegamento, lo que le sirve para quitarse las punzadas del
hambre, al mismo tiempo que la sensación de vértigo le hace olvidar sus
problemas.
Ocasionalmente la policía hostiga a los chicos, y
Simba ha "caído" en redadas y ha comparecido más de una vez ante las
autoridades de asistencia social. La última vez, esas autoridades lo enviaron a
un centro en régimen de prueba para que le hicieran una "evaluación".
No le gustó. Algunos de los chicos mayores le pegaron, de forma que se escapó y
volvió a su casa. Luego, una vez más, volvió con su grupo de amigos y a la
calle. Cuando los negocios le van bien, gana algunos dólares; y, después de
comprarse un refresco y un poco de pan, le queda poco dinero para su familia.
Preguntas
1. ¿Qué
cuestiones de derechos humanos se plantean en este caso?
2. ¿Cuál
sería su respuesta como trabajador social que trabajara para los organismos de
asistencia social municipales?
B. Caso Nº 2. La historia de Hasán
Hasán, de ocho años de edad, fue encontrado por un
trabajador social en una choza en la playa, en las afueras de una ciudad
dividida por la guerra civil. Era uno de ocho hermanos, y su padre trabajaba
ocasionalmente, siempre que encontraba ocupación. La madre se quedaba en casa.
Hasán estaba echado sobre un colchón que casi flotaba en aquella pobre
vivienda. Nunca había podido sentarse ni ponerse de pie, y nadie había tratado
jamás de ayudarlo. Tenía los puños apretados y nunca había podido abrirlos y
cerrarlos. Sin embargo, no tenía limitaciones intelectuales.
Sus padres se avergonzaban de tener un hijo con una
discapacidad y no hablaban a nadie de él. Lo ocultaban cuidadosamente, pero,
por lo demás, no lo trataban mal. Debido a la inexistencia de servicios en la
comunidad para ayudar a los niños con discapacidades, no tenían a nadie a quien
acudir. La situación de guerra civil hacía más difícil aún para la familia
hacer frente a sus quehaceres cotidianos.
Un trabajador social ofreció a la familia educar a
Hasán en una escuela especial y que una organización no gubernamental que
trabajaba en la zona le diera sesiones de fisioterapia. La familia se mostró
reacia a dejar que Hasán participara en ese proyecto, pero acabó por
convencerse. Hasán resultó muy beneficiado y sus padres se sintieron muy
orgullosos cuando empezó a andar, a servirse bien de sus manos y,
ulteriormente, empezar a estudiar en una escuela común y corriente.
Preguntas
1. ¿Qué
cuestiones de derechos humanos resultan pertinentes en este caso?
2. Como
trabajador social encargado de esa familia ¿cómo explicaría Ud. esas cuestiones
a los padres de Hasán?
C. Caso Nº 3. El caso de la Sra. D.
La Sra. D., de 82 años de edad, vive con su perro y
dos canarios en un apartamento en un quinto piso en una ciudad cualquier. Toda
su vida ha sido una persona capaz que no quería ser una carga para nadie. Se
divorció hace más de 30 años y no ha guardado el contacto con los parientes de
su antiguo marido. La mayor parte de su familia vive muy lejos o ha muerto.
Ella se cartea con dos sobrinas.
Los vecinos llamaron a los organismos de asistencia
social cuando oyeron ladrar al perro, tras mucho tiempo sin ver a la Sra. D. No
respondió ni salió a abrir la puerta cuando trataron de llamarla. Un trabajador
social consiguió hablar con ella por teléfono y obtuvo permiso para que el
portero abriera la puerta. Resultó que la Sra. D. no había podido llegar hasta
su cama desde hacía más de una semana. Había permanecido sentada en su silla,
que también le había servido de retrete. No había podido prepararse nada de
comer, pero había mordisqueado unas galletas y frutas que estaban al alcance de
su silla. Le preocupaba mucho que nadie hubiera paseado ni dado de comer debidamente
a su perro. Quería quedarse en su casa o ir a un hospital, pero su seguro de
enfermedad no bastaba para pagar la hospitalización.
El supervisor del servicio social decidió que se le
prestaran servicios de ayuda a domicilio tres horas por semana. La Sra. D. no
creía que pudiera permitírselo. También se le propuso llevarse al perro, lo que
la Sra. D. tomó muy a mal porque era su única compañía. Prefería que la dejasen
morirse. Por último, se llegó a una solución intermedia, en el sentido de que
aceptó algo de ayuda a domicilio, se hizo un reconocimiento en el hospital y,
más adelante, accedió a ocupar una plaza que estuviese al alcance de sus
medios.
Preguntas
1. ¿Cómo
propusieron los trabajadores sociales (y supervisores) fomentar o defender los
derechos humanos de la Sra. D.?
2. ¿Cuáles
son las limitaciones que sufre la Sra. D.?
D. Caso Nº 4. Una huelga
Setecientos trabajadores de una fábrica de piezas
de automóvil se declararon en huelga. La fábrica de la empresa multinacional se
encuentra en una región sometida a la ley marcial. Los agravios eran el nivel
salarial, (en comparación con unos beneficios altos), las malas condiciones de
trabajo, prácticas de empleo opresivas (por ejemplo, a un trabajador enfermo no
se le permitió apartarse de su máquina y buscar asistencia médica; cuando lo
hizo, fue despedido) y atención o seguro médicos insuficientes.
Las tentativas del sindicato de negociar acabaron
en un punto muerto y, unas horas después de comenzada la huelga, el Ministerio
de Trabajo dio la orden de volver al trabajo. A la mañana siguiente, la policía
detuvo a 417 trabajadores, a los que dejó sin comer ni beber durante 18 horas.
Por último, los militares decidieron ponerlos en libertad porque no podían
hacerse cargo de tanta gente.
Preguntas
1. ¿Qué aspectos
de los derechos humanos plantearon la huelga y la respuesta a ella?
2. Si fuera
Ud. un trabajador social al servicio de la empresa ¿cómo respondería a esas
cuestiones?
E. Caso Nº 5. La historia de Gemma
Justina y Ricardo son agricultores que viven a 80
km de la ciudad más próxima. Su hija Gemma, de diez meses, enfermó gravemente
de diarrea y la llevaron a una clínica privada cercana. Igual que a muchas
otras personas pobres, el personal de la clínica los rechazó porque era
evidente que no podían pagar los honorarios.
Al día siguiente, Justina llevó a la ciudad a
Gemma, que tenía fiebre haciendo el largo viaje en un medio de transporte
público con dinero prestado por los vecinos para comprar el billete. Para
entonces, Gemma tenía convulsiones debidas a la fiebre y ni siquiera podía
tomar agua.
En el pequeño hospital público, cuyo personal era
insuficiente, dijeron a Justina que no había camas vacías y que volviera a la
mañana siguiente. Al no tener parientes en la ciudad ni dinero para una
habitación, buscó refugio para pasar la noche en el mercado público. Aquella
misma noche, mientras Justina estaba acurrucada con su hijita sobre una mesa,
murió Gemma.
Preguntas
1. ¿Qué
derechos humanos se violaron en este caso y a quién?
2. ¿Cuál
sería su misión como trabajador social en la clínica privada o en el hospital
público?
F. Caso Nº 6. Cómo tratar la
"defectología"
El cuidado de los niños mentalmente discapacitados
corresponde a la disciplina llamada "defectología". Esos niños quedan
internados en grandes centros. Según las opiniones nacionalmente aceptadas de
los profesionales de la defectología, los niños más atrasados no responden a
ningún tratamiento ni estímulo. En consecuencia, es frecuente que muchos de los
niños internos con graves dificultades para aprender pasan el día entero en la
cama. No se les estimula ni tienen ningún contacto físico, no reciben
manifestaciones de afecto o emoción ni tienen posibilidades de jugar.
La dirección de uno de esos centros decidió
experimentar dando a todos los niños, incluidos los más retrasados, estímulos
básicos y posibilidades de realizar una actividad. El experimento tuvo mucho
éxito y en unos cuantos meses los niños progresaron y se desarrollaron de forma
espectacular.
Preguntas
1. ¿Qué
derechos humanos violaban las antiguas prácticas de la defectología?
2. ¿Cuál
sería su función como trabajador social en el caso de niños con dificultades de
aprendizaje, si trabajara en esas instituciones o fuera de ellas?
G. Caso Nº 7. La historia de Ganga
La dote es una costumbre en muchas partes del
mundo, al igual que el concertar el matrimonio de menores. A Ganga, una niña
del campo de 15 años de edad, la casaron con un hombre de la ciudad y la dote y
los gastos de la boda dejaron muy endeudado a su padre, que era un agricultor
pobre.
El matrimonio no fue feliz. Los malos tratos
físicos se hicieron frecuentes cuando el marido se convenció de que no podía
recibir de su familia política más dote ni más regalos. También dijo claramente
que no quería tener hijos. Al descubrir que su mujer se había quejado a una de
las vecinas, la amordazó, le roció queroseno y le prendió fuego. En el último
momento, antes de llamar a la policía, fingió salvarla, quemándose la mano al
hacerlo. Dijo a la policía que Ganga había tratado de suicidarse, lo que fue
corroborado por la declaración de su mujer ante un magistrado en el hospital
donde sobrevivió durante dos días.
Poco antes de morir, Ganga contó a un trabajador
social lo que había ocurrido realmente en su vida matrimonial, tal como se ha
descrito, y reveló también que su marido había estado casado antes y que su
mujer había desaparecido. Sin embargo, antes de que esta información pudiera
presentarse al magistrado y la policía, Ganga murió y prevaleció su declaración
anterior. Por eso no se pudo procesar a su marido.
Preguntas
1. ¿Qué
derechos humanos se violaron en este caso?
2. ¿Qué
medidas puede adoptar un trabajador social para impedir que se produzcan
muertes en relación con la dote?
H. Caso Nº 8. La historia de la familia
"X"
John vive con Mary y sus dos hijos en condiciones
inferiores a la media y su matrimonio dista mucho de ser estable. John lleva
mucho tiempo desempleado, lo cual ha agravado su problema con la bebida, y la
depresión crónica de Mary hace difícil que pueda cuidar de su familia y su
hogar. Lo que los mantiene unidos es el afecto por sus hijos Anne, de cuatro
años, y Charles, de dos y medio.
El trabajador social encargado del caso se ocupa de
que los niños vayan a la guardería para sacarlos de su ambiente de barrio
insalubre y darles una buena comida al día. Como se muestran siempre apáticos y
reservados, se les lleva a un pediatra y un psiquiatra infantil para que los
sometan a reconocimientos, y los médicos sospechan que son objeto de abusos
sexuales (por parte del padre).
Temiendo que la separación de los hijos destruyese
la familia, los organismos de asistencia social decidieron seguir vigilando
atentamente a la familia durante unos meses, concentrándose en ayudar a John a
encontrar empleo. Anne y Charles parecen querer a sus padres y, de momento, se
aplaza la posibilidad de someterlos a asistencia pública.
Preguntas
1. ¿Qué
aspectos de los derechos humanos se plantean en este caso para los niños, los
padres y la familia como un todo?
2. Como
trabajador social, ¿cómo actuaría Ud. ante ese dilema?
CONCLUSION
El final del Manual debe considerarse una buena
oportunidad y un comienzo. Al ir el mundo evolucionando lentamente hacia un
criterio de realización de los derechos humanos como condición para la
aceptación popular de la legitimidad de los gobiernos y de los sistemas
políticos y
socioeconómicos, ninguna persona ni ningún
profesional puede contentarse del alcance de sus conocimientos especializados
sin prestar atención a los derechos de sus semejantes.
Si el Manual plantea interrogantes, habrá logrado
algunos de sus objetivos; si provoca controversias, habrá ido aún más allá. Si
incita a los profesores, estudiantes y profesionales del trabajo social a un
serio debate, la investigación y la acción, se habrá hecho un gran servicio a
la causa de los derechos humanos.
En la formación de profesionales, es imprescindible
que se enseñen y aprendan las aplicaciones prácticas de los valores éticos. Los
conocimientos y la actitudes profesionales y personales son inseparables y, en
definitiva, en la práctica profesional de todos los días se reflejarán los
conocimientos y principios éticos adquiridos.
El futuro de las personas y de la humanidad
depende, en gran medida, de la capacidad de educación y capacitación que tengan
las instituciones docentes, los órganos intergubernamentales y las
organizaciones no gubernamentales. Este Manual tiene por objeto ayudar a un
grupo profesional determinado a avanzar algunos pasos por el camino que conduce
al respeto universal de los derechos humanos. No es el final del trayecto.
Todavía queda mucho por recorrer.
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