GENIALES FOTOGRAFIAS

GENIALES FOTOGRAFIAS
HACE CLICK EN IMAGEN Y RECORRÉ Y DISFRUTÁ DE GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL ARTISTA FABIÁN PULTI

domingo, 6 de mayo de 2012

Informe del Secretario General sobre los niños y el conflicto armado en Colombia


Naciones Unidas  S/2012/171
Consejo de Seguridad  Distr. general
6 de marzo de 2012

  Informe del Secretario General sobre los niños
y el conflicto armado en Colombia
 Resumen
 Este informe, preparado de conformidad con lo dispuesto en la resolución 1612
(2005) del Consejo de Seguridad, y que se presenta como el segundo sobre la
situación de los niños y el conflicto armado en Colombia, complementa mi primer
informe (S/2009/434) y las conclusiones y recomendaciones subsiguientes del Grupo
de Trabajo sobre los niños y los conflictos armados (S/AC.51/2010/3).
 En el informe, que abarca el período comprendido entre enero de 2009 y agosto
de 2011, se ofrece información sobre las  graves violaciones de que son objeto los
niños, como reclutamiento y utilización por fuerzas y grupos armados, muertes y
mutilaciones, actos de violencia sexual, secuestros, ataques contra escuelas y
hospitales y denegación de acceso humanitario, y se hace hincapié en que los grupos
armados no estatales continúan perpetrando estas violaciones en Colombia. Se
señala, asimismo, que las fuerzas de seguridad colombianas han cometido actos que
comprometen la protección de los niños afectados por el conflicto. 
 El informe reitera y destaca la necesidad de aplicar medidas específicas para
prevenir las violaciones graves cometidas contra los niños, hacerles frente y luchar
contra la impunidad de quienes las cometen. También se reconocen los esfuerzos y
avances realizados por el Gobierno de Colombia para proteger a los niños en este
contexto. Por último, el informe contiene una serie de recomendaciones destinadas a
reforzar las medidas de protección de los niños afectados por el conflicto armado en
Colombia.
 I. Introducción
1. Colombia no figura entre los países de que se ocupa específicamente el
Consejo de Seguridad; no obstante, en diciembre de 2008 el Gobierno de Colombia
aceptó voluntariamente el establecimiento del mecanismo de supervisión y
presentación de informes dirigido por las Naciones Unidas con arreglo a la
resolución 1612 (2005) del Consejo de Seguridad, que condujo a la creación en
enero de 2009 de un equipo de tareas  para la supervisión y la presentación de
informes. 
2. Durante el período que abarca el informe, los copresidentes del equipo de
tareas celebraron consultas especiales con instituciones nacionales con el fin de
examinar las medidas adoptadas para proteger a los niños afectados por el conflicto
armado. Algunos miembros del equipo de tareas tuvieron problemas de seguridad
como consecuencia de incidentes ocurridos en el desempeño de sus funciones
durante el período al que corresponde el informe. 
3. De conformidad con la resolución 1612 (2005) del Consejo de Seguridad, el
presente informe no pretende determinar desde un punto de vista jurídico si la
situación en Colombia es o no un conflicto armado en el contexto de los Convenios
de Ginebra y sus Protocolos adicionales, ni prejuzga la condición jurídica de las
partes no estatales involucradas en el conflicto.
 II. Sinopsis de la situación política y de seguridad 
4. Colombia ha disfrutado de estabilidad constitucional y control democrático.
Asimismo, ha experimentado un crecimiento económico sostenido. No obstante, el
conflicto armado de larga data en el país ha seguido constituyendo un considerable
impedimento para la gobernanza, el respeto de los derechos humanos y el desarrollo
económico equitativo en Colombia durante el período que abarca el informe. El
conflicto armado ha cobrado complejidad por la conexión que existe entre los
actores armados no estatales, la producción y el tráfico de drogas, y otras
actividades delictivas como las extorsiones y los secuestros. El conflicto armado y
sus vínculos con la delincuencia han conducido a una situación humanitaria
compleja y han contribuido al desplazamiento forzoso de más de 3,7 millones de
colombianos durante las últimas dos décadas. En este contexto, los niños siguen
siendo uno de los segmentos más vulnerables de la población.
5. En 2010 se celebraron comicios legislativos y presidenciales. Juan Manuel
Santos Calderón, del Partido Social de Unidad Nacional, fue elegido Presidente y
tomó posesión de su cargo en agosto. El Presidente Santos manifestó su compromiso
con el respeto de los derechos humanos, destacó la importancia de los derechos
económicos y sociales, y prometió entablar un diálogo social y establecer un
consenso político durante su mandato. Una de las primeras medidas adoptadas por
su Gobierno fue la aprobación en agosto de 2010 de la Ley de víctimas de
desaparición forzada. La Ley define a los familiares de las personas desaparecidas
como víctimas y establece mecanismos para facilitar la identificación de los
desaparecidos mediante la creación de una base de datos con perfiles genéticos. Otra
medida fundamental se adoptó en 2011, con la aprobación del Congreso en mayo y
la entrada en vigor en junio de la Ley de víctimas y de restitución de tierras, que
ofrece el marco jurídico para restituir las tierras a las personas a las que el conflicto 
armado ha obligado a abandonar sus hogares. El hecho de que el Gobierno de
Colombia haya reconocido la existencia de un conflicto armado, lo que constituye
un cambio positivo con respecto a la política anterior, fundamentó el debate sobre la
ley. 
6. Los niños de origen afrocolombiano e indígena han sido especialmente
vulnerables a graves violaciones. El conflicto armado entre las fuerzas del
Gobierno, los paramilitares y las guerrillas, que dura ya décadas, ha tenido en gran
parte como escenario los territorios afrocolombianos e indígenas. Según los datos
del Gobierno, en 2009 el 45,5% de los colombianos vivía en la pobreza y el 16,4%
en la pobreza extrema, sobre todo en las zonas rurales. La pobreza afecta de forma
desproporcionada a los afrocolombianos y a los pueblos indígenas y está
particularmente extendida entre los niños, que en 2009 representaban el 38% de la
población total. 
7. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias  de Colombia-Ejército del Pueblo
(FARC-EP) siguen siendo el mayor y más antiguo grupo armado guerrillero del país,
seguido del Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocido ampliamente como
el segundo más numeroso. Durante el período que abarca el informe, las operaciones
militares de mayor escala llevadas a cabo por el ejército colombiano provocaron la
muerte en combate de varios comandantes importantes de las FARC-EP. 
8. Desde que tomara posesión de su cargo, el Presidente Santos ha reflexionado
públicamente sobre las posibilidades de conversaciones de paz entre el Gobierno y
los grupos guerrilleros. Como condiciones previas para un eventual proceso de paz,
el Gobierno manifestó que las guerrillas debían poner en libertad a todos los
secuestrados, abandonar el reclutamiento de niños y dejar libres a todos los menores
que integraran sus filas, y poner fin a la utilización de minas terrestres y a los actos
“terroristas”.
9. Han surgido nuevos grupos armados pese a la desmovilización de unos 32.000
miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 2003 y 2006, y
pese a los esfuerzos del Gobierno por  reintegrar a estos excombatientes. El
Ejecutivo considera que estos grupos son bandas de delincuentes. No obstante, en su
informe correspondiente al período 2009 y 2010, la Fiscalía General de la Nación
indicó que esas organizaciones criminales, que surgieron después de la
desmovilización de las AUC, se consideraban como la tercera generación de los
grupos paramilitares en Colombia, y que su objetivo inicial era mantener el control
de las zonas en las que antes operaban las AUC. En un informe sobre el riesgo
electoral publicado en 2011, la Defensoría del Pueblo de Colombia hizo notar el
fortalecimiento de los grupos armados ilegales que aparecieron después de la
desmovilización de las AUC, como Los Paisas, Los Urabeños, el Ejército
Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (ERPAC) y Las Águilas
Negras, tras un proceso de reconfiguración, ampliación y consolidación en varias
regiones del país. 
10. Estos grupos no son homogéneos desde el punto de vista de su motivación,
estructura y  modus operandi. Muchos de ellos se dedican solo a actividades
delictivas, mientras que otros operan de modo semejante a las antiguas
organizaciones paramilitares. Algunos de estos grupos tienen estructuras y líneas de
mando militares, son capaces de ejercer control territorial y sostener operaciones de
tipo militar, y su orientación política e ideológica es similar a la de las antiguas
AUC. Otros han demostrado su capacidad de mutación y, en algunos casos, incluso 
operan en conjunto, formando alianzas con otros grupos armados que surgieron
después de la desmovilización de las organizaciones paramilitares, o con grupos
guerrilleros, lo que con frecuencia es causa de violencia. Durante el período que
abarca el informe, no se produjo ninguna desmovilización colectiva o a gran escala
de las guerrillas u otros grupos armados, aunque sí desmovilizaciones puntuales e
individuales de combatientes de todos los grupos armados.
11. En un informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos sobre la situación en Colombia correspondiente a 2010
(A/HRC/16/22), se señaló el incremento de la violencia generada por los grupos
armados surgidos tras la desmovilización de las organizaciones paramilitares, y en
particular un aumento del 40% en el número de masacres cometidas en el contexto
de disputas violentas entre esos grupos y entre facciones de un mismo grupo. El
equipo de tareas ha documentado ataques sistemáticos contra la población civil
atribuidos a esos grupos armados, como amenazas, masacres, homicidios selectivos,
y reclutamiento y utilización de menores y uso de minas terrestres.
12. El constante desplazamiento de civiles en Colombia constituye una de las
principales características del conflicto armado. Es el resultado de enfrentamientos
armados, asesinatos, masacres y amenazas contra la vida, la seguridad y el bienestar
de las personas y las comunidades, la presencia de minas terrestres, así como el
reclutamiento de menores, la violencia sexual y la denegación de acceso a los
servicios básicos. Según datos del Gobierno, de 1997 a mayo de 2011 se registraron
3.700.381 desplazados internos, mientras que durante el período que abarca el
informe se registraron 294.470 nuevos desplazados internos, el 51% de ellos
menores (69.427 niñas y 72.329 niños). De acuerdo con las estimaciones de fuentes
no gubernamentales, el número total de desplazados internos es considerablemente
mayor, dadas la falta de un registro exhaustivo y las dificultades que se plantean en
la gestión de la información. 
13. A partir del 1 de noviembre de 2009, la Corte Penal Internacional comenzó a
ejercer plenamente su jurisdicción de conformidad con el artículo 124 del Estatuto
de Roma, una vez expirado el período de reserva concedido al Gobierno respecto de
los crímenes de guerra. 
 III. Violaciones graves de los derechos de los niños
 A. Reclutamiento y utilización de niños
14. El reclutamiento y la utilización de  niños por grupos armados no estatales
están muy generalizados y son sistemáticos. Si bien se desconoce su naturaleza y
magnitud exactas, el equipo de tareas ha registrado un aumento de los casos. Según
información recibida por el equipo de tareas, los grupos armados no estatales siguen
teniendo un significativo número de menores en sus filas. Si bien las guerrillas
tienden a reclutar niños principalmente en zonas rurales, otros grupos armados no
estatales, como Los Rastrojos o Los Urabeños, los reclutan en su mayoría en áreas
urbanas. Los menores de origen indígena y afroamericano están particularmente
expuestos al reclutamiento y la utilización por parte de todos los grupos armados no
estatales. Durante el período que abarca el informe, se comprobó que se reclutaban
niños de apenas 9 y 10 años. También se confirmó que se amenazó a niños de 8 años
con ser reclutados. 
15. Durante el período examinado, el equipo de tareas verificó 343 casos de
reclutamiento y utilización de niños en 23 de los 32 departamentos del país,
incluidas la región de la costa del Pacífico (Cauca, Chocó, Nariño y Valle del
Cauca), la región de la costa del Caribe (Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira,
Magdalena), las zonas fronterizas (Arauca, Caquetá, Norte de Santander, Putumayo,
Santander, Vaupés), así como el centro de Colombia (Antioquia, Caldas,
Cundinamarca, Guaviare, Huila, Meta, Risaralda y Tolima).
16. Durante el período que abarca el informe, las FARC-EP continuaron con el
reclutamiento de menores, incluso de niñas. Según los informes, las FARC-EP
reclutaron y amenazaron con reclutar a niños en 121 municipios de 22
departamentos en la región de la costa  del Caribe (Antioquia, Bolívar, Córdoba y
Magdalena), la región de la costa del Pacífico (Cauca, Chocó, Nariño y Valle del
Cauca), las zonas fronterizas (Arauca, Caquetá, Norte de Santander y Putumayo), y
el centro de Colombia (Cundinamarca, Guaviare, Meta y Tolima). Por ejemplo, en
Cauca, en agosto de 2009, dos niñas indígenas de 11 y 15 años de edad y un niño de
15 años fueron reclutados por las FARC-EP. En enero de 2010, durante el
bombardeo de tres campamentos de las FARC-EP por parte de las Fuerzas Militares
de Colombia en Putumayo, un niño de 10 años relacionado con las FARC-EP resultó
muerto y otros dos de 16 años, también vinculados al grupo armado, resultaron
heridos. En mayo de 2011, en un municipio de Antioquia, 15 niños fueron
reclutados por las FARC-EP y 13 por el ELN, en dos incidentes distintos.
17. Se tiene constancia de que las FARC-EP llevan un censo de menores para
posteriormente reclutarlos en algunos departamentos. Por ejemplo, en febrero de
2010, miembros de las FARC-EP convocaron una reunión de una comunidad local
en Antioquia durante la que realizaron un censo de niños e informaron a la
comunidad de que volverían para reclutar a todos los niños mayores de 8 años. Se
denunciaron casos similares en Chocó y Putumayo. Las FARC-EP utilizan a los
niños con varios propósitos, a saber, como porteadores, para fabricar y colocar
minas terrestres, para comprar medicinas y para realizar tareas de inteligencia.
Asimismo, se ha dado el caso en que un menor fue utilizado como “terrorista
suicida”: en marzo de 2010, en Nariño, las FARC-EP usaron a un niño de 12 años
para portar explosivos; cuando este se aproximó a la comisaría de policía, los
explosivos fueron detonados por control remoto y el niño estalló por los aires. 
18. Se confirmaron casos de reclutamiento y de amenazas de reclutamiento o
utilización de niños por parte del ELN en 55 municipios de ocho departamentos,
concretamente a lo largo de la frontera venezolana (Arauca, Norte de Santander y
Santander) y en los departamentos de la costa (Bolívar, Cauca, Chocó, Magdalena y
Nariño). En enero de 2009, en Antioquia, 30 niños de edades comprendidas entre 10
y 17 años fueron reclutados a petición del ELN por Los Rastrojos, grupo armado no
estatal que surgió tras la desmovilización de las organizaciones paramilitares. En
mayo de 2010, en el departamento del Cesar, miembros del ELN reclutaron a un
niño de 12 años al que mataron posteriormente. 
19. Se llevaron a cabo campañas de reclutamiento en las escuelas con el objetivo
de convencer a los niños para que colaboraran como informantes o se alistaran en
los grupos armados no estatales. En abril de 2010, en Chocó, el ELN intentó reclutar
a dos niños indígenas de 13 y 14 años en el patio de recreo de una escuela. Un
maestro intervino para impedir que los reclutaran. Los niños y el maestro tuvieron
que huir para evitar represalias. En octubre de 2010, en Antioquia, 20 adolescentes 
de edades comprendidas entre 14 y 17 años y cuatro maestros fueron capturados en
una escuela y retenidos por miembros del ELN, que pretendía reclutarlos.
20. En 128 municipios de 23 departamentos, en particular en Antioquia, Atlántico,
Bolívar, Caldas, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, La Guajira,
Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Sucre y Valle del Cauca,
se denunciaron reclutamientos y amenazas de reclutamiento de menores por parte de
los grupos armados no estatales que surgieron después de la desmovilización de las
organizaciones paramilitares. En abril de 2010, en Antioquia, unos 30 niños fueron
reclutados por Los Rastrojos y vendidos al ELN. En junio de 2009, en Meta, el
ERPAC reclutó a un menor. En ese mismo año, se confirmó mediante informes que
al menos otros seis niños fueron reclutados por el ERPAC en el mismo
departamento. En agosto de 2010, el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría
del Pueblo de Colombia emitió una alerta urgente sobre la presencia en Córdoba de
Las Águilas Negras, Los Paisas y Los Rastrojos, que cometieron masacres y
amenazaron y reclutaron a niños en la región, en especial entre las comunidades
indígenas. En febrero de 2011, en Antioquia, al menos 13 menores fueron reclutados
por varios de estos grupos, a saber, Los Paisas, Los Rastrojos y Los Urabeños. 
21. Los niños indígenas siguen estando muy expuestos al reclutamiento por todos
los grupos armados no estatales. En septiembre de 2009, el Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas
señaló que los grupos armados ilegales  parecían desconocer por completo los
estándares de derechos humanos y los instó a suprimir la práctica del reclutamiento
y la vinculación de niños y niñas indígenas (A/HRC/12/34/Add.9). En su informe
anual correspondiente a 2010 el Observatorio del Programa Presidencial de
Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario informó de que se había
producido un aumento de los casos de reclutamiento forzado de niños indígenas
sikuani y guayabero en el departamento de Guaviare. En 2010, al menos 16 menores
indígenas fueron reclutados por el ELN en Chocó. El Comité de los Derechos del
Niño, en el examen que realizó el 4 de junio de 2010 del informe inicial presentado
por Colombia en virtud del Protocolo facultativo de la Convención sobre los
Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados
(CRC/C/OPAC/COL/CO/1), expresó profunda preocupación porque los niños
afrocolombianos y los niños indígenas fueran especialmente vulnerables a las
matanzas o los desplazamientos forzados al negarse a ser reclutados, ya que sus
comunidades a menudo se veían afectadas por el conflicto armado. Entre enero y
marzo de 2011, las FARC-EP reclutaron al menos a tres niños indígenas en Caquetá.
En junio de 2011, en el departamento de Cauca, el Ejército Nacional de Colombia
entregó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a dos menores que habían
sido reclutados por las FARC-EP. Durante el período que se examina, se
denunciaron otros casos de reclutamiento de niños indígenas por grupos armados en
los departamentos de Cauca, Córdoba, La Guajira, Guaviare, Nariño y Vaupés.
22. Se documentaron incidentes relacionados con la utilización de menores para
tareas de inteligencia por miembros de las Fuerzas Militares de Colombia, en
contravención del Código Penal de Colombia y el Código de la Infancia y la
Adolescencia (Ley núm. 1098) y las Directivas del Ministerio de Defensa Nacional.
Según se informó, en febrero y marzo de 2009, en Valle del Cauca, miembros del
Ejército Nacional de Colombia ofrecieron comida a unos niños para obtener
información sobre la presencia de grupos armados en las zonas rurales. En mayo de
2010, en Chocó, se informó de que una niña de 13 años había sido utilizada como
informante por efectivos del Ejército en una operación militar que duró tres días. La
utilización de niños para recabar información por parte del personal militar puede
comprometer los derechos de los menores, provocarles mayor angustia y poner en
peligro su seguridad al exponerlos a las represalias de otros grupos.
23. Siguen constituyendo motivo de preocupación los casos en que los miembros
de las Fuerzas Militares de Colombia someten a interrogatorios a los niños
capturados por grupos armados no estatales que han sido liberados por estos o que
han huido, así como el incumplimiento del plazo de 36 horas para entregar a los
menores a las autoridades civiles, como establece la legislación nacional. En febrero
de 2009, en Cesar, dos niñas de una familia que se había desplazado dentro del país
por haber recibido amenazas de reclutamiento de las FARC-EP fueron interrogadas
por miembros del Ejército Nacional de Colombia, que pretendían obtener información
sobre el grupo. En mayo de 2009, 12 niños, 2 niñas y 94 adultos que habían sido
reclutados por Los Rastrojos se entregaron a las Fuerzas Militares de Colombia en
Chocó y fueron trasladados a una base militar en Antioquia, donde se les retuvo
durante 38 días. En enero de 2010, dos menores reclutados por las FARC-EP se
entregaron a las Fuerzas Militares de Colombia y permanecieron detenidos en una
base militar durante cuatro días. En agosto de 2010, en Meta, las Fuerzas Militares de
Colombia interrogaron a un niño de 12 años sospechoso de pertenecer a un grupo
guerrillero para obtener información sobre la presencia de guerrillas en la zona. 
24. Si bien el Código de la Infancia y la Adolescencia prohíbe la utilización de los
niños, las niñas y los adolescentes en actividades militares, operaciones
psicológicas, campañas cívico-militares y similares, las Fuerzas Militares de
Colombia siguieron utilizando a los niños en actividades cívicas y militares, y
mantienen programas específicos como el Club Lancitas, que tiene como objetivo
lograr un acercamiento entre el ejército y la comunidad local. En julio de 2009, el
Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo de Colombia advirtió con
preocupación sobre la petición formulada por las Fuerzas Militares de Colombia
para que participasen menores en los programas organizados por la Policía Cívica
Juvenil y el Club Lancitas fuera del horario escolar en Meta. En diciembre de 2009,
600 niños de entre 6 y 12 años y 300 adolescentes participaron en Arauca en el
programa “Vacaciones Recreativas Extremas”, que incluyó visitas a las brigadas
militares e interacción con los soldados. Este tipo de actividades pone en peligro a
los niños y los expone a las consiguientes represalias de los miembros de los grupos
armados. 
25. Como reconocen la Corte Constitucional de Colombia y el Consejo Nacional
de Política Económica y Social respecto de la prevención del reclutamiento
(CONPES 3673, 2010), el reclutamiento de menores y el desplazamiento dentro del
país están íntimamente relacionados. En septiembre de 2009, la amenaza de
reclutamiento fue incluida como causa de  desplazamiento en el Registro Único de
Población Desplazada. En muchas ocasiones, el desplazamiento es la única opción
para las familias que intentan evitar que sus hijos sean reclutados por los grupos
armados no estatales. De acuerdo con la Comisión de Seguimiento a la Política
Pública sobre Desplazamiento Forzado de Colombia, en 2008, unas 2.600 familias
desplazadas denunciaron el reclutamiento como causa de su desplazamiento. En
febrero de 2009, 10 familias se desplazaron dentro del país por las amenazas que
recibieron de las FARC-EP, que las acusó de ser informantes de las Fuerzas
Militares de Colombia. En mayo de 2010, en Antioquia, 11 niños y 2 niñas de entre
11 y 16 años se desplazaron dentro del país para evitar que las FARC-EP y otros
grupos armados no estatales los reclutasen. En marzo de 2011, en Meta, dos familias
se vieron obligadas a desplazarse después de que las FARC-EP las amenazaran con
reclutar a sus hijos.
 B. Muerte y mutilación de niños
26. Durante los combates, como consecuencia de los ataques indiscriminados, las
minas terrestres y las municiones sin detonar, se sigue matando y mutilando a niños.
Los grupos armados no estatales fueron los autores de la mayor parte de las
matanzas y mutilaciones de menores en  al menos 10 departamentos: Antioquia,
Arauca, Bolívar, Cauca, Cesar, Córdoba, Meta, Nariño, Putumayo y Santander.
Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, las
circunstancias y los responsables de esas graves violaciones se documentaron tan
solo en el 5% (128) de los casos, de los cuales 97 estaban relacionados con la
muerte de niños en 2009 y 2010 como consecuencia de lo que el Instituto calificó de
“violencia sociopolítica”.
27. Se denunciaron casos de menores que resultaron muertos en ataques de las
FARC-EP. En enero de 2009, por ejemplo, tres niños murieron en un ataque lanzado
por las FARC-EP contra una localidad de Nariño. En Cauca, en mayo de 2010, un
niño de 5 años fue muerto cuando las FARC-EP atacaron a su madre, una consejera
municipal; en otro incidente, ocurrido también en Cauca, un niño de 11 años y una
joven de 17 murieron en un atentado con bomba perpetrado por las FARC-EP. 
28. Asimismo, se confirmó que otros grupos armados han matado y mutilado
niños. En enero de 2009, en Cauca, un niño de 11 años, que había presenciado el
asesinato de su padre por el ELN, murió presuntamente a manos de miembros de ese
grupo. En noviembre de 2009, miembros de Los Rastrojos mataron a dos niñas de
14 y 15 años por negarse a matar al alcalde de un municipio de Antioquia. En marzo
de 2010, en Córdoba, integrantes de Los Urabeños acabaron con la vida de una
joven de 17 años por resistirse cuando iba a ser violada. En abril de 2010, también
en Córdoba, miembros de Los Rastrojos mataron a dos niños y una niña. En agosto
de 2010, en Meta, una adolescente de 15 años murió apuñalada a manos del ERPAC.
En febrero de 2011, en Antioquia, un grupo armado no identificado mató a tiros a un
niño de 10 años delante de su madre, una líder comunitaria que también resultó
muerta posteriormente.
29. Los niños siguen siendo víctimas de los combates entre las Fuerzas Militares
de Colombia y los grupos armados no estatales. En marzo de 2011, en Cauca, cuatro
niños y una niña reclutados por las FARC-EP murieron cuando el campamento
donde se encontraban fue bombardeado por las Fuerzas Militares de Colombia. En
junio de 2011, en Nariño, un niño de 11 años fue muerto y tres menores de 9, 10 y
11 años resultaron heridos en un ataque de las FARC-EP contra la policía. En
septiembre de 2009, en el departamento de Cauca, un Hogar Infantil del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar recibió varios impactos de ametralladora de un
helicóptero de las Fuerzas Militares de Colombia durante un enfrentamiento armado
con las FARC-EP. Los disparos alcanzaron a una niña de 3 años a la que se le tuvo
que amputar una pierna. En abril de 2010, en Cauca, una maestra y su bebé
resultaron heridos en el fuego cruzado entre el ejército y las FARC-EP. En mayo
de 2010, en Guaviare, en el fuego cruzado que se generó en respuesta al ataque de
un francotirador de las FARC-EP, resultaron heridos tres niños en una escuela. 
30. Según el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario, en 2009 y 2010, 330 personas, incluidos 27
menores (20 niños y 7 niñas) murieron en 68 masacres perpetradas por grupos
armados no estatales en 16 departamentos del país, principalmente en Antioquia,
Arauca, Córdoba, Nariño y Valle del Cauca. Entre enero y junio de 2011 el
Observatorio informó de que las masacres habían aumentado un 29% con respecto
al año anterior y que a octubre de 2011 se habían perpetrado 32 masacres. Las
comunidades indígenas awá de Nariño se han visto particularmente afectadas, ya
que viven en una zona de cultivo y tráfico de drogas donde tienen presencia los
grupos armados. Entre febrero y septiembre de 2009, al menos nueve menores de la
comunidad indígenas awá murieron en masacres perpetradas por las FARC-EP. En
noviembre de 2009, en Nariño, dos niños y otras cinco personas de la comunidad
indígena awá murieron quemados cuando las FARC-EP incendiaron un autobús
interurbano. En abril de 2010, en Cauca, cinco miembros de una familia indígena,
incluidos dos niños de 2 y 8 años, fueron muertos, presuntamente por Los Rastrojos.
31. Si bien la información proporcionada por el Gobierno indica que parece haber
disminuido el número de ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de
seguridad colombianas, se denunciaron algunos casos. A fecha de agosto de 2011, la
Fiscalía General de la Nación había  registrado 2.788 casos de ejecuciones
extrajudiciales en 29 departamentos. En marzo de 2010, en Huila, un niño reclutado
por las FARC-EP, que había resultado herido durante enfrentamientos con las
fuerzas nacionales de Colombia, fue presuntamente ejecutado más tarde por
miembros de esas fuerzas.
32. Las minas terrestres y las municiones sin detonar siguen teniendo graves
consecuencias para la población civil,  incluidos los niños. De acuerdo con el
Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal,
durante el período que se examina 116  menores (22 niñas y 94 niños) fueron
víctimas de las minas terrestres y las municiones sin detonar. Se estima que la
magnitud del problema es mucho mayor,  dado que muchas víctimas no denuncian
los accidentes. Se informó de la existencia de minas terrestres principalmente en
12 departamentos: Antioquia, Arauca, Cauca, Caquetá, Córdoba, Guaviare, Meta,
Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Tolima y Valle del Cauca. La población
indígena se vio muy afectada, sobre todo en los departamentos de Cauca y Guaviare.
En julio de 2009, en Meta, un niño murió y dos resultaron gravemente heridos al
manipular un artefacto explosivo en un polígono de tiro perteneciente a un batallón
del Ejército Nacional de Colombia. 
33. Se siguen colocando minas terrestres, principalmente por parte de las FARCEP y el ELN. En 
abril de 2009, en Arauca, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo de Colombia, una mina 
terrestre provocó la muerte de un niño de 8 años e hirió a otro de 6. En mayo de 2010, en
 dos sucesos distintos en Antioquia y Cauca, un niño y una niña de 12 años resultaron heridos
 por minas terrestres, presuntamente colocadas por las FARC-EP. En agosto de 2010, 
en Arauca, un menor de 12 años perdió las dos piernas en un accidente provocado por una mina 
terrestre.
Posteriormente, las FARC-EP cobraron dinero a su familia para sufragar la mina. 

 C. Actos graves de violencia sexual contra niños
34. En Colombia, un significativo número de actos de violencia sexual cometidos
contra niños siguen sin denunciarse. No existe una recopilación sistemática de
información ni registros oficiales del número de casos de violencia sexual
perpetrada contra los niños. Muchas víctimas o sus familias no denuncian los abusos
por miedo a las represalias de los autores o por falta de confianza en los sistemas de
justicia o protección del Estado. Las víctimas y sus familias a menudo no conocen
ni comprenden los procedimientos y mecanismos establecidos para hacer frente a
estas violaciones, ni tienen acceso a ellos.
35. Las niñas reclutadas por los grupos armados no estatales o vinculadas a ellos
con frecuencia son víctimas de graves y repetidos actos de violencia sexual. A
menudo se las obliga a mantener relaciones sexuales con adultos a una edad
temprana y a abortar si se quedan embarazadas. En algunas ocasiones también se las
obliga a usar métodos anticonceptivos inapropiados y perjudiciales para la salud.
En 2009, se recibió información de que las FARC-EP obligaron a abortar a niñas
embarazadas en Cauca. 
36. En 2010, en Putumayo, un grupo de cuatro hombres provistos de armas
pertenecientes a un grupo armado no estatal no identificado agredieron sexualmente
a dos jóvenes de 17 años. En agosto de 2010, en Meta, una adolescente de 14 años
fue muerta por miembros del ERPAC después de ser torturada, violada y mutilada
por sus agresores, quienes le cortaron los senos. Como consecuencia de ello, la
familia de la víctima se desplazó. En marzo de 2011, en Nariño, una joven de 17
años fue violada, torturada, obligada a limpiar un lugar público desnuda y a comer
excrementos por miembros de Los Rastrojos, quienes finalmente la mataron delante
de la comunidad y advirtieron de que ese sería el procedimiento de represalia que
seguirían contra quienes presentasen denuncias.
37. El conflicto armado también ha puesto a los niños en peligro de sufrir
explotación sexual. En mayo de 2009, en Putumayo, miembros de Los Rastrojos
ofrecieron dinero a las estudiantes de una escuela para niñas a cambio de mantener
con ellas relaciones sexuales. En 2011, en Guaviare, niños de las comunidades
indígenas, en su mayoría niñas de edades comprendidas entre 12 y 14 años, fueron
sometidos a repetidas violaciones y a explotación sexual por parte de grupos
armados.
38. Asimismo, se han recibido denuncias de casos de violencia sexual perpetrada
por miembros de las Fuerzas Militares de Colombia y de la policía. En agosto de
2009, en Guaviare, una niña indígena de 5 años fue víctima de abusos sexuales
presuntamente cometidos por un integrante de las Fuerzas Militares de Colombia.
Durante el mismo mes, en Antioquia, dos menores de 15 años fueron violadas y
agredidas, al parecer por un miembro de las Fuerzas Militares de Colombia. En abril
de 2010, en Arauca, una adolescente de 14 años fue violada, según se informó, por
un efectivo de las Fuerzas Militares de Colombia. Otra menor de 13 años fue
violada cerca de su escuela, presuntamente por miembros de las Fuerzas Militares
de Colombia, que se encontraban por la zona de la escuela. En octubre de 2010, en
Arauca, al parecer dos niñas fueron violadas en repetidas ocasiones por un miembro
de las Fuerzas Militares de Colombia, quien más tarde mató a una de las niñas y a
sus dos hermanos. El militar presuntamente violó a uno de los niños antes de
matarlo. S/2012/171
12-25353  11
 D. Ataques contra escuelas y hospitales
39. En el período examinado en el informe, el equipo de tareas documentó casos
de escuelas que fueron atacadas durante los enfrentamientos entre las Fuerzas
Militares de Colombia y grupos armados no estatales. Por ejemplo, en febrero de
2010, en el departamento de Nariño, los miembros de las FARC-EP entraron por la
fuerza a una escuela rural, donde una comunidad indígena estaba celebrando una
reunión. Posteriormente, miembros de las Fuerzas Militares de Colombia atacaron a
las FARC-EP en el interior de la escuela, lo que tuvo como consecuencia el
desplazamiento de 300 miembros de la  comunidad indígena,  de quienes ambas
partes sospechaban que apoyaban al otro bando. En junio de 2010, explotó en una
escuela rural de Cauca una bomba presuntamente dirigida a las Fuerzas Militares
de Colombia, algunos de cuyos miembros se encontraban dentro de la escuela en ese
momento. En agosto de 2010, también en Cauca, varias escuelas sufrieron ataques y
nueve maestros recibieron amenazas de las FARC-EP. Si bien los atentados contra
los hospitales no son tan frecuentes como los atentados contra las escuelas, en
septiembre de 2009 se denunció un ataque de las FARC-EP contra un hospital en
Cauca.
40. Algunas escuelas sufrieron daños durante los enfrentamientos armados, que
pusieron a los alumnos en peligro, especialmente en Cauca. En febrero de 2009, en
Guaviare, dos niños y una niña que asistían a clase resultaron heridos como
consecuencia de disparos efectuados por las Fuerzas Militares de Colombia que
respondían al ataque de un francotirador  de las FARC-EP. En mayo de 2009, en
Cauca, un niño de 11 años murió en el patio de una escuela como consecuencia de
una bala perdida presuntamente disparada por miembros de las Fuerzas Militares de
Colombia durante una operación contra las FARC-EP. En mayo de 2010, también en
Cauca, los enfrentamientos entre las FARC-EP y las Fuerzas Militares de Colombia
llevaron al menos a tres comunidades indígenas a suspender las clases
indefinidamente. En octubre de 2010, también en Cauca, dos niñas de 13 y 15 años
y una maestra resultaron heridas en un tiroteo entre las FARC-EP y las Fuerzas
Militares de Colombia.
41. Los grupos armados no estatales también han dirigido sus ataques contra
maestros, sembrando miedo en las comunidades, lo que ha forzado a los niños a
abandonar la escuela y ha obligado a veces a las escuelas a cerrar sus puertas. En
junio de 2009, en Arauca, un maestro indígena fue muerto por miembros de las
FARC-EP, que le dispararon delante de sus alumnos. Consiguientemente, toda la
comunidad indígena fue desplazada dentro del país. Según el Observatorio del
Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario
en 2010 fueron muertos 22 maestros en 10 departamentos. En su informe anual de
2010, el Observatorio señaló que grupos armados no estatales, entre ellos las FARCEP, 
Los Rastrojos, Los Urabeños y Los Paisas, habían amenazado a maestros por
liderar iniciativas comunitarias de rechazo a la violencia sexual y el reclutamiento
forzado de niños. Según el Observatorio, el liderazgo social y comunitario de los
maestros hizo que los grupos armados ilegales los acusaran de colaborar con el otro
bando. Entre febrero y abril de 2010, en Cauca, fueron muertos dos maestros,
presuntamente por miembros de las FARC-EP. Posteriormente, todos los maestros
de una zona rural de ese departamento recibieron amenazas de las FARC-EP. Los
maestros fueron desplazados dentro del país, y 320 niños quedaron sin acceso a
educación.

42. Las minas terrestres y otras municiones explosivas, que en algunos casos
fueron abandonadas en las escuelas o cerca de ellas, siguen poniendo en peligro a
los niños. En junio de 2009, en Huila, las FARC-EP minaron una zona a menos de
300 metros de una escuela, poniendo en peligro a 50 escolares y su comunidad. En
mayo de 2010, en Antioquia, se minaron presuntamente los alrededores de una
escuela porque se había establecido un centro de votación en su interior. En mayo de
2011, en Valle del Cauca, las FARC-EP utilizaron una escuela como escudo para
atacar a las Fuerzas Militares de Colombia y dejaron un campo minado que obligó a
suspender las clases durante más de seis meses.
43. Asimismo, se denunciaron varios casos de escuelas ocupadas por las Fuerzas
Militares de Colombia, así como la presencia de unidades militares cerca de las
escuelas. En octubre de 2009, las Fuerzas Militares de Colombia ocuparon una
escuela en Cauca y se informó que los maestros, padres y otros miembros de la
comunidad las habían instado a abandonarla. También se constató la presencia de
varios puestos de control militar instalados en los alrededores de las escuelas. Por
ejemplo, en 2009 y 2010, en Putumayo y Nariño, las Fuerzas Militares de Colombia
realizaron controles en vehículos cerca de las escuelas. En agosto de 2010, un grupo
de soldados de las Fuerzas Militares de Colombia ocupó una escuela en el Valle del
Cauca. En abril de 2011, en el departamento de Cauca, 300 niños quedaron
atrapados en un enfrentamiento entre las FARC-EP y las Fuerzas Militares de
Colombia, que habían instalado sus carpas en el campo de fútbol de la escuela.
44. También se denunciaron amenazas contra el personal médico y restricciones a
la prestación de servicios de salud. En abril de 2009, en el departamento de Arauca,
grupos armados no estatales amenazaron a los administradores de un centro de
salud, causando el desplazamiento de estos últimos y la suspensión de las
actividades del hospital. En mayo de 2009, en una zona rural del Norte de
Santander, las FARC-EP atacaron una ambulancia que transportaba a un hombre
herido y la obligaron a detenerse. Después de este incidente se suspendió la atención
médica en la zona. En enero de 2011, en Arauca, un equipo médico del hospital
público local fue interceptado por un grupo armado no identificado que robó su
vehículo. En junio de 2011, en el departamento de Guaviare, el personal de salud de
una organización no gubernamental internacional fue detenido durante dos días por
las FARC-EP cuando realizaba una misión de seguimiento con las comunidades
indígenas.
 E. Denegación de acceso humanitario
45. Las restricciones al acceso de la asistencia humanitaria como consecuencia de
la actividad de los grupos armados no estatales, la presencia de minas terrestres y
municiones sin detonar y la continuación de las hostilidades siguieron teniendo un
efecto negativo en la prestación de dicha asistencia, incluso por parte de las
organizaciones no gubernamentales, y el acceso a servicios básicos, especialmente
en Antioquia, Arauca, Cauca, Caquetá, Chocó, Guaviare, Huila, Meta, Córdoba,
Nariño y Norte de Santander.
46. Asimismo, se ha expresado preocupación porque la aplicación del Plan
Nacional de Consolidación, mediante el cual se busca lograr el control militar de las
zonas en conflicto que se encuentran fuera del control del Estado, establecer
instituciones de gobernanza civil y prestar servicios públicos con un enfoque cívico

militar, en algunos casos ha puesto en peligro el acceso de la asistencia humanitaria
y la neutralidad y ha hecho que las poblaciones civiles se vuelvan más vulnerables a
las represalias. Por ejemplo, en junio de 2009, en Antioquia, las FARC-EP
amenazaron con atacar a una comunidad rural si aceptaba los beneficios de las
actividades cívico militares llevadas a cabo por las Fuerzas Militares de Colombia
en la zona. En agosto de 2009, en Nariño, las FARC-EP declararon que las medidas
cívico militares adoptadas en el marco del Plan Nacional de Consolidación eran
parte de una estrategia de contrainteligencia que recibía apoyo internacional y que
constituían un objetivo militar. En julio de 2011, las FARC-EP declararon que un
programa de asistencia humanitaria de las Naciones Unidas que se llevaba a cabo en
el departamento de Nariño constituía una iniciativa antisubversiva relacionada con
el Plan Nacional de Consolidación.
47. El aislamiento de las comunidades que es consecuencia tanto de las acciones
de agentes no estatales como estatales afecta desproporcionadamente a los niños y
las poblaciones indígenas. Por ejemplo, en abril de 2010, en Chocó, una comunidad
indígena embera quedó aislada durante 10 días a raíz de los enfrentamientos
armados producidos entre el ELN y las Fuerzas Militares de Colombia.
48. En el período que se examina, las FARC-EP impusieron “paros armados” que
prohibían la libre circulación de bienes y personas y obligaban a la suspensión de
actividades económicas, en particular en los departamentos de Arauca, Chocó y
Putumayo, lo que tuvo como consecuencia que varios municipios quedarán aislados
sin acceso a asistencia humanitaria y servicios básicos. En octubre de 2009, por
ejemplo, la imposición de un “paro armado” por las FARC-EP resultó en la
suspensión total del transporte terrestre en Arauca e impidió la entrega de alimentos
por una organización humanitaria. 
49. En algunos departamentos se denunciaron restricciones a la circulación debido
a las actividades de las Fuerzas Militares de Colombia. En julio de 2009, en las
zonas rurales de Antioquia, las Fuerzas  Militares de Colombia restringieron la
cantidad de alimentos que podía transportar cada familia. En noviembre de 2010,
como consecuencia de las operaciones de esas mismas fuerzas en Nariño, la
presunta presencia de restos explosivos de guerra limitó la capacidad de las
organizaciones humanitarias de llegar a las poblaciones afectadas. Los puestos de
control instalados por las Fuerzas Militares de Colombia también han restringido la
cantidad de alimentos, gasolina y fertilizantes que la población civil puede
transportar a las comunidades rurales en ciertas zonas de Cauca, Nariño, Putumayo
y Valle del Cauca.
 F. Secuestros
50. La información sobre secuestros, especialmente los de niños, es muy limitada.
No obstante, durante el período examinado en el informe se documentaron varios
secuestros de niños. Por ejemplo, en noviembre de 2009, en Antioquia, las FARCEP secuestraron
 a un niño de 13 años. En abril de 2010, en Arauca, una consejera y
su hija de 14 años fueron mantenidas en cautiverio durante tres días. En mayo de
2010, en Guaviare, escaparon dos miembros de las FARC-EP, y se llevaron con ellos
a una niña de 15 años a quien el grupo había mantenido secuestrada durante seis
meses. En mayo de 2011, en Nariño, una niña indígena de 14 años, hermana de un 
líder comunitario, fue secuestrada y torturada durante cuatro días, presuntamente
por miembros de Los Rastrojos.
51. Según informaciones del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario, entre 2001 y 2009 se produjo una
disminución del 51% en el número total de secuestros denunciados, pero estos
aumentaron en un 32% en el período comprendido entre 2009 y 2010. Según las
estadísticas del Gobierno, a partir de enero de 2009 y hasta finales de 2010, 495
personas fueron secuestradas, 51 de las cuales eran niños. Se ha informado que de
esos 495 casos, las FARC-EP fueron responsables de 145 secuestros, el ELN de 55 y
otros grupos armados no estatales de 39. Los secuestros tuvieron lugar en 29 de los
32 departamentos, en particular en Antioquia, Bogotá, Caldas, Casanare,
Cundinamarca, Valle del Cauca y Vichada. Estas estadísticas no han sido
desglosadas por motivo o contexto.
 IV. Seguimiento de las recomendaciones del Secretario
General y respuestas programáticas a las graves
violaciones de los derechos humanos
  Prevención de las graves violaciones de los derechos humanos
de los niños
52. El Gobierno se esforzó por prevenir el reclutamiento y la utilización de niños
por grupos armados no estatales y tomar medidas al respecto. En el período que
abarca el informe, la Comisión intersectorial para la prevención del reclutamiento y
utilización de niños por grupos armados no estatales llevó a cabo actividades de
promoción y prevención en 139 municipios de 32 departamentos. Las Naciones
Unidas apoyaron esos esfuerzos reforzando la capacidad de la secretaría técnica de
la Comisión y facilitando su labor a nivel municipal. Algunas instituciones de la
Comisión también elaboraron programas concretos para prevenir el reclutamiento.
53. El Gobierno ha adoptado medidas para establecer y elaborar un marco de
políticas públicas sólido orientado a la inclusión de los derechos de los niños, la
protección de los niños y la prevención de su reclutamiento por grupos armados no
estatales en los planes de desarrollo nacionales y locales. En julio de 2010, el
Consejo Nacional de Política Económica y Social aprobó un documento marco
sobre la prevención del reclutamiento de niños por grupos armados no estatales en
los planes de desarrollo nacionales y locales (CONPES 3673). En ese documento se
expone la política del Estado para prevenir el reclutamiento y se establecen
directrices para asignar y distribuir los recursos públicos a los programas de
prevención del reclutamiento. Sin embargo, todavía es necesario realizar más
esfuerzos por asegurar su aplicación efectiva, su financiación y las sinergias con el
Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, titulado “Prosperidad para todos”, que fue
aprobado en mayo de 2011.
54. El Plan Nacional de Desarrollo establece la visión del Gobierno en materia de
desarrollo y contiene una posición clara sobre ciertas cuestiones, como la protección
de los grupos vulnerables, la cohesión social, la justicia y los esfuerzos orientados a
combatir la impunidad, prevenir la violencia sexual y adoptar medidas respecto de
este tipo de violencia. S/2012/171
12-25353  15
55. De conformidad con las responsabilidades de los gobiernos locales
establecidas en el Código de la Infancia y la Adolescencia en 2008, hasta la fecha
seis departamentos (Antioquia, Córdoba, Cundinamarca, Meta, Nariño y Putumayo)
han establecido, con la contribución de los gobiernos municipales, la sociedad civil
y las Naciones Unidas, mecanismos de coordinación a nivel local para prevenir el
reclutamiento, lo que representa un avance en la prevención del reclutamiento y la
utilización de niños a nivel local y regional. Varias organizaciones locales y no
gubernamentales también están elaborando y ejecutando proyectos concretos para
prevenir el reclutamiento de niños. Será fundamental que los funcionarios que
resultaron electos en las elecciones locales de octubre de 2011 mantengan las
políticas y los acuerdos ya establecidos sobre la protección de los niños afectados
por los conflictos armados.
56. En 2011 el Ministerio de Relaciones Exteriores trabajó en un programa de
prevención centrado en 29 municipios que son especialmente vulnerables al
reclutamiento de niños por grupos armados no estatales. Se prevé que en los
próximos meses se ejecutarán varios proyectos que harán hincapié en actividades
sociales, educativas, recreativas y de capacitación para prevenir el reclutamiento de
niños y jóvenes en zonas peligrosas. Por su parte, el Ministerio de Educación ha
venido dando seguimiento a la situación de los maestros que han sido amenazados
por grupos armados no estatales y los ha reubicado. De los 600 maestros que
recibieron amenazas, 282 fueron reubicados temporalmente, 38 salieron del país y
35 están en espera de que la Policía Nacional realice una evaluación del riesgo que
corren. 
57. A pesar de estos avances, subsisten  algunos problemas. La Comisión
intersectorial debería fortalecer su papel de coordinación y liderazgo, asegurando la
sostenibilidad financiera y la capacidad institucional de las iniciativas que lleva a
cabo. También es necesario que se adopten medidas adicionales para que se preste
asistencia y protección inmediata a los niños especialmente vulnerables.
  Reintegración y protección de los niños
58. El Instituto Colombiano de Bienestar  Familiar, con el apoyo técnico de las
Naciones Unidas, siguió ejecutando un programa para la protección y la
reintegración de los niños que han sido separados de grupos armados no estatales.
Desde 1999, ha prestado asistencia a un total de 4.681 niños. En el período
examinado, participaron del programa 881 niños. 
59. Un problema relacionado con los programas relativos a las actividades del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es el acceso que se da a los niños que
han sido separados de los grupos armados no estatales que surgieron después de la
desmovilización de las organizaciones paramilitares. Los niños que han sido
separados de esos grupos no han recibido la misma asistencia para su reintegración;
en vez de ello, algunos han sido remitidos por la Fiscalía General al poder judicial
por su asociación con lo que el Gobierno considera bandas criminales.
  Adopción de medidas relativas a la impunidad y las reparaciones
60. En junio de 2011 fue aprobada la Ley de víctimas y de restitución de tierras,
que se considera un hito importante en lo que respecta al ofrecimiento de
reparaciones a las víctimas de conflictos. En la Ley se incluye un capítulo especial
sobre la atención a los huérfanos, los niños que han sido víctimas del reclutamiento 
y los afectados por las minas terrestres.  El pago efectivo de reparaciones es
especialmente difícil en el contexto de un conflicto armado que no ha concluido,
dada la presencia de grupos armados no estatales en las zonas en las que se
formularían las reclamaciones. Es lamentable que estas reparaciones no se apliquen
a los niños que fueron separados durante el proceso de desmovilización de las AUC
ni a los adultos que, habiendo sido víctimas de reclutamiento cuando eran niños, no
pudieron ser desmovilizados antes de cumplir los 18 años.
61. Entre 2008 y octubre de 2011 se dictaron seis decisiones judiciales en el
contexto del mecanismo de justicia de transición establecido por la Ley de justicia y
paz. Al 31 de agosto de 2011, la Unidad Nacional de Fiscalías para la Justicia y la
Paz de la Fiscalía General de la Nación había registrado un total de 1.448 casos en
los que se había confesado el reclutamiento y la utilización de niños; de esos casos
se identificaron 2.215 niños como víctimas. Se formularon en total 433 cargos de
reclutamiento ilícito de menores, en los que se registraron como víctimas 666 niños
(no todos figuran únicamente como víctimas del reclutamiento y la utilización de
menores). Hasta la fecha, solo se ha dictado una sentencia en relación con el
reclutamiento de niños, en abril de 2011. Es necesario redoblar los esfuerzos por
luchar contra la impunidad en relación con las violaciones graves de los derechos
humanos y los delitos cometidos contra los niños.
62. Dado que los mecanismos de reparación judicial no son tan eficaces como se
había previsto, en 2008 el Gobierno dictó el decreto núm. 1290, en que se establecía
un programa de dos años para proporcionar reparación a las víctimas mediante un
proceso administrativo. En 2009 y 2010, con el programa se indemnizó a 26.375 de
las más de 280.000 víctimas registradas, entre ellas 403 niños que habían sido
separados de grupos armados no estatales. 
63. Se iniciaron acciones judiciales contra grupos paramilitares que estuvieron
activos entre 1999 y 2006. En febrero de  2009, en la región de Sierra Nevada de
Santa Marta, la Fiscalía General de la Nación interpuso acciones judiciales contra
un exparamilitar por haber tenido 19 hijos con adolescentes que tenían menos de 18
años cuando nacieron sus hijos. En agosto de 2011, en Norte de Santander, se
entablaron acciones judiciales contra otro paramilitar por delitos de tortura y
esclavitud sexual de los que fueron víctimas al menos 25 mujeres y niñas. 
64. El Sistema de Alertas Tempranas de  la Defensoría del Pueblo detecta
situaciones de riesgo y las informa a  la Comisión Intersectorial de Alertas
Tempranas que coordina el Ministerio del Interior y de Justicia. La Comisión evalúa
la necesidad de emitir una alerta temprana y establece las medidas que deben
adoptar las distintas instituciones. Sin embargo, no todos los informes de riesgo
conducen a una alerta temprana. En el período examinado, el Sistema de Alertas
Tempranas detectó 118 situaciones de riesgo relacionadas con el reclutamiento y la
utilización de niños en 155 municipios de 24 departamentos del país. La Comisión
emitió una alerta temprana en solo 46 de esas situaciones.
  Desarrollo de la capacidad y formación orientadas a la protección
de los niños
65. En 2009 las Fuerzas Militares de Colombia, con el apoyo de las Naciones
Unidas, establecieron un programa de capacitación para su personal sobre los
derechos de los niños y el derecho internacional humanitario. Una dependencia de
derechos humanos del ejército colombiano y algunas instituciones académicas han 
impartido cursos de formación sobre derecho internacional humanitario dirigidos a
17.200 miembros del ejército y la policía de Colombia. Otras 60.000 personas
recibieron información sobre las normas mínimas para la protección de los niños. Es
necesario realizar mayores esfuerzos por asegurar la aplicación efectiva de las
normas internacionales relativas a los niños y la protección de estos en el contexto
de los conflictos armados. Como resultado del Convenio Interadministrativo de
Colaboración firmado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el
Ejército Nacional en 2009, unos 2.500 miembros del ejército y la policía recibieron
capacitación sobre la protección de los niños, que se centró en los procedimientos
para atender a los niños desvinculados de los grupos armados no estatales.
66. El Gobierno y el Estado han adoptado  medidas para afrontar la violencia
sexual perpetrada por parte de su personal, por ejemplo, capacitando a la Policía
Nacional y estableciendo y aplicando disposiciones para prevenir la violencia sexual
cometida por las autoridades militares y judiciales. 
67. El Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas
Antipersonal siguió coordinando los programas de desminado, prestando apoyo a las
víctimas de las minas y creando conciencia sobre el peligro que representan las
minas. En 2009 se estableció el Programa Presidencial para la Acción Integral
contra Minas Antipersonal para el período 2009-2019, que establece prioridades en
esta esfera y asigna recursos del presupuesto nacional. 
68. Cincuenta municipios de 20 departamentos establecieron planes de
información pública sobre el riesgo que representan las minas antipersonal. Varias
organizaciones, con el apoyo de organismos internacionales, comenzaron a realizar
campañas de información sobre el peligro de las minas en las zonas más afectadas
del país, informando a alrededor de 35.900 estudiantes y maestros sobre la
prevención de accidentes con minas y municiones sin detonar.
69. Hasta la fecha, solo las Fuerzas Militares de Colombia realizan tareas de
desminado. En 2009 y 2010, se desminaron para uso civil 61 zonas de nueve
municipios que habían sido minadas por grupos armados no estatales. Si bien se ha
avanzado sobre esta cuestión, existen limitaciones para remover minas en el
contexto de un conflicto armado que no ha concluido y en que los grupos armados
no estatales continúan colocando minas incluso en zonas que ya han sido
desminadas. Por otra parte, la participación de las comunidades en estos procesos de
remoción de minas constituye un peligro considerable para su seguridad, sin contar
con que pueden ser objeto de represalias por parte de grupos estatales no armados.
70. A pesar de las importantes iniciativas que ha emprendido el Gobierno,
preocupan las condiciones de vida de la  población desplazada, que siguen siendo
difíciles. En octubre de 2008, la Corte Constitucional de Colombia ordenó al Estado
que estableciera medidas para prevenir los desplazamientos y proteger los derechos
de los niños desplazados. En el informe que presentó el Gobierno a la Corte
Constitucional en marzo de 2011 se exponen, entre otras cosas, los avances
realizados en la aplicación del programa “Mis derechos primero”, elaborado en
respuesta a esa orden de la Corte e impulsado por el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar en nueve departamentos. 
   S/2012/171
18  12-25353
 V. Recomendaciones 
71. Se hace un llamamiento a todas las partes en Colombia para que pongan
fin a la comisión de graves violaciones de los derechos de los niños, y al
respecto, se las urge a cumplir el derecho internacional y las resoluciones del
Consejo de Seguridad relativas a los niños y los conflictos armados, así como
las conclusiones del Grupo de Trabajo del Consejo sobre los niños y los
conflictos armados. Asimismo, se insta al Gobierno de Colombia a cumplir las
recomendaciones relativas a los niños  afectados por los conflictos armados
formuladas por el Comité de los Derechos del Niño, los Estados en el contexto
del examen periódico universal, y la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos.
72. Observo con profunda inquietud que en Colombia las FARC-EP, el ELN y
otros grupos armados no estatales continúan cometiendo los seis tipos de
violaciones graves de los derechos de  los niños. Me preocupa que esos grupos
sigan reclutando y utilizando niños, y  que se haya avanzado poco en la
separación efectiva y sistemática de  los niños de los grupos armados no
estatales. Las partes incluidas en el anexo de mi informe anual sobre los niños y
los conflictos armados deben elaborar  planes de acción para poner fin al
reclutamiento y la utilización de niños, como lo dispone la resolución 1612
(2005) del Consejo de Seguridad. Al respecto, insto al Gobierno a que vele por
que la separación de los niños de esos grupos armados sea tratada como
cuestión sumamente prioritaria en todo diálogo que se celebre. Las Naciones
Unidas están dispuestas a proporcionar apoyo técnico en relación con la
separación sistemática de los niños de los grupos armados que resulte de ese
diálogo.
73. Desde mi último informe, el Gobierno de Colombia ha avanzado en la
prevención del reclutamiento y la utilización de niños y la adopción de medidas
al respecto, por ejemplo, mediante la elaboración de la política establecida en el
documento CONPES 3673. Con respecto al futuro, insto al Gobierno a seguir
reforzando la coordinación, los efectos y la sostenibilidad de sus iniciativas
para la protección de los niños, en particular mediante la aplicación general de
su política de prevención del reclutamiento y utilización de los niños, con
especial énfasis en la población afrocolombiana y los pueblos indígenas.
74. En cuanto a las medidas adoptadas en relación con los niños que hayan
sido separados de grupos armados no estatales, se insta al Gobierno a redoblar
sus esfuerzos por aumentar la reunificación de las familias, mejorar los
servicios de protección y atención de los niños, prestar un sólido apoyo a la
reintegración y exigir cuentas por los delitos cometidos contra los niños. Los
niños que han sido separados de grupos que el Gobierno considera criminales
no deben ser remitidos al sistema de justicia penal y, por el contrario, deben ser
tratados como víctimas y gozar de la misma protección y asistencia en la
rehabilitación y reintegración que los niños que hayan sido separados de
grupos guerrilleros.
75. En cuanto a la lucha contra la impunidad, me preocupa que se haya
avanzado tan lentamente en hacer comparecer ante la justicia a los
responsables de haber cometido graves violaciones de los derechos de los niños
—especialmente a los responsables de la violencia sexual. Insto al Gobierno a 
seguir intensificando sus esfuerzos al respecto, en particular, mediante la
investigación y el enjuiciamiento oportunos, rigurosos y sistemáticos de todas
las causas de graves violaciones de esos derechos y el intercambio de
información sobre su seguimiento. Ni las fuerzas de seguridad del Estado ni los
grupos armados no estatales deben evadir la rendición de cuentas. También
aliento a proteger efectivamente a los niños que sean testigos o víctimas y a
ofrecer reparaciones, según corresponda. Reitero mi llamamiento urgente al
Gobierno para que refuerce las medidas adoptadas para poner fin de inmediato
a todas las ejecuciones extrajudiciales, incluso de niños, y vele por que se
investigue debidamente a los autores y se los castigue de conformidad con lo
dispuesto en la ley.
76. Estoy profundamente preocupado por las persistentes violaciones y otras
formas de violencia sexual cometidas por grupos armados, en particular contra
las niñas, e insto a esos grupos a poner fin a esas prácticas inmediatamente.
77. Insto al Gobierno a velar por que las autoridades militares elaboren una
política de tolerancia cero en relación con la violencia y la explotación sexuales
cometidas por los miembros de las Fuerzas Militares y la policía de Colombia.
Deben realizarse todos los esfuerzos posibles por prevenir la comisión de esos
actos y, cuando ocurran, adoptarse  medidas oportunas  para investigar,
enjuiciar y sancionar a los responsables, protegiendo a su vez a las víctimas.
78. Se insta al Gobierno a asegurar el estricto cumplimiento por parte de las
Fuerzas Militares de Colombia de la prohibición establecida en el derecho
interno de utilizar a los niños para tareas de inteligencia militar y de mantener
detenidos a los que se han desvinculado de los grupos armados, así como de la
obligación de entregarlos a los servicios civiles de protección de los niños en un
plazo de 36 horas. También insto al Gobierno a velar por que las Fuerzas
Militares de Colombia, la Policía Nacional y otras autoridades competentes
cumplan plenamente la legislación y las directrices nacionales que prohíben la
participación de los niños en las actividades cívico-militares que puedan dejar
expuestos a los civiles —en particular a los niños— a la violencia o represalias
por las partes en el conflicto. Se insta al Gobierno a examinar la aplicación de
su Plan Nacional de Consolidación para evitar la adopción de medidas que
puedan hacer a los niños más vulnerables a las violaciones de sus derechos, por
ejemplo, las operaciones que no respetan claramente los principios de la
distinción entre civiles y combatientes y la neutralidad en cuestiones
humanitarias.
79. Invito al Gobierno a velar por que las autoridades estatales competentes
respondan de manera adecuada y oportuna a los informes de riesgo publicados
por el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo de Colombia a
fin de prevenir las graves violaciones de los derechos de los niños en el contexto
de los conflictos armados.
80. Exijo que los grupos armados pongan fin al uso de las minas terrestres y
otros artefactos explosivos y dejen de matar y mutilar civiles, en particular a
los niños. Además, insto a los grupos armados a ofrecer toda la información
necesaria para facilitar la remoción de minas, de conformidad con las normas
internacionales sobre desminado.S/2012/171
20  12-25353
81. Se insta al Gobierno a ampliar su Programa de Acción Integral contra las
Minas Antipersonal, dando prioridad a la adecuada atención de los niños que
sean víctimas y a la información sobre el peligro que representan las minas, en
particular para los niños y sus familias, en la mayoría de las zonas afectadas.
Insto al Gobierno a velar por que las operaciones de desminado se lleven a cabo
con arreglo a los estándares internacionales y se cumpla estrictamente con el
principio de distinción entre civiles y combatientes y el de no causar perjuicios.
82. Insto a todas las partes a abstenerse inmediatamente de adoptar medidas
que impidan el acceso de los niños a la  educación y los servicios de salud, así
como la utilización militar de las escuelas y los hospitales en contravención del
derecho internacional humanitario.
83. Me preocupa el vínculo que existe entre los desplazamientos y el
reclutamiento de niños, la violencia sexual y la presencia de minas terrestres en
Colombia. Se insta al Gobierno a asegurar la adopción de un enfoque más
integral de la prevención del desplazamiento de los niños y la protección de los
niños desplazados, mediante la aplicación de programas que cuenten con
financiación adecuada y aborden las causas de desplazamiento.
84. Se insta a todas las partes en el conflicto armado a cumplir plenamente
con su obligación de respetar la labor que realizan los miembros de las
organizaciones humanitarias que prestan asistencia y protección civil a los
niños afectados por los conflictos armados.
85. Se insta al Gobierno a seguir apoyando plenamente, con arreglo a las
resoluciones del Consejo de Seguridad 1539 (2004), 1612 (2005), 1882 (2009) y
1998 (2011), el mecanismo de supervisión y presentación de informes a fin de
prevenir y poner fin a los abusos y las graves violaciones de los derechos de los
niños cometidos en contravención del derecho internacional aplicable.
86. Se invita a la comunidad de donantes a prestar apoyo adicional a los
programas y las iniciativas nacionales que mejoran la protección de los niños y
a apoyar los esfuerzos y las iniciativas de los organismos de las Naciones Unidas
y las organizaciones no gubernamentales, en particular las orientadas a
asegurar una vigilancia y promoción más eficaces, y otros programas de
protección de los niños.
87. Reitero que la mejor manera de proteger a los niños es mediante la paz, y
por lo tanto, insto a todas las partes a hacer lo posible por alcanzar una
solución pacífica del conflicto y, en el contexto de las negociaciones futuras con
grupos armados no estatales, insto al Gobierno a incorporar en los acuerdos
que se firmen disposiciones específicamente orientadas a la protección de los
niños, incluida la liberación incondicional de todos los niños y su participación
en condiciones de seguridad en todas las decisiones que los afecten.
                                                                                                                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario